domingo, 22 de enero de 2012

Capítulo 17.

Me desperté exactamente a las 11 y media de la mañana y toqué de repente el colchón por la parte donde estaba Hugo y me preocupé, pero menos mal que no me dio tiempo a levantarme que ya estaba en la habitación con una bandeja con el desayuno. No he visto un desayuno más grande en mi vida desde que vi los de EE.UU , que por supuesto lo supera jajaja. Llevaba un zumo de naranja, una cajita de plástico con galletas de tres clases distintas, un platito con una tostada con mermelada y mantequilla, un café de los que me gustan a mí ... buah, mucha cantidad, jaaja. Yo me quedé alucinada con ese pedazo de desayuno.
- La virgen, esto será para los dos... ¿No? - le dije alucinada. 
- Si tu quieres... - me regaló una de sus sonrisas - va, venga tonta, lo compartimos. 
El se cogió las galletas y el café y yo me cogí el zumo y la tostada.
-qhuem bhueenouh , mmm.. - dije con la boca llena. 
Comenzamos a reirnos como nunca, y yo cogí con un dedo un poco de mermelada y se la puse en la nariz, y él me puso carita como 'vas a morir' y salí corriendo, bajé las escaleras, él detrás hasta que me pilló y me agarró por detrás y me acercó a él. Se acercó a mi oído...
- ¿Te gustó lo de ayer? - me dijo susurrando.
- No, no me gustó, me encantó. - le dije susurrando y después le eché una sonrisa.
Me di la vuelta y poco a poco se acercaban sus labios con los míos mientras nos mirábamos a los ojos, y cuando rozaron ambos oímos las escaleras, como si alguien bajara. 
- Vaya vaya ... parejita... 
- ... - y comenzamos a reírnos Hugo y yo, ya descojonandonos. 
- ¿Qué pasa? - nos dijo Ángel, ya que era él el que bajaba las escaleras.
Hugo comenzó a gemir como gemía Gema aquella noche y no pudimos reirnos mas de la cara que puso Ángel.
- Em... nos habeis oido. ¿Verdad?
- Nooooo, que va! - dije irónico y meándome. 
Seguidamente baja Gema con una cara de tonta compulsiva y en plan 'que rollo estáis montando' y medio sonriendo. Nosotros nos descojonamos por 3ª vez y nos fuimos al salón de mi casa. Se sentó en el sofá y yo me eché en él. Puse la cabeza en sus piernas y mi cuerpo lo extendí por el sofá. Me acariciaba el pelo todo el tiempo mientras que veíamos la tele. 
- ¿Nos habéis oído en serio? - nos dijo sonrojada Gema mientras pasaba por el salón para ir a la cocina. 
- Sí Gema, sí... Jajajaja- a reír otra vez mientras que se iba colorada porque Ángel le llamaba desde la cocina. 
- ¡Buenos días! - gritaba Silvia desde su habitación - ¡Todos arriba! Ah coño, si no hay nadie... - dijo extrañada mientras miraba en nuestras habitaciones. 
- ¡Estamos abajo! ¡Idiota! - dijo Ángel a grito pelado. 
- ¿Vamos a darnos un paseo, Ana? - me susurró Hugo.
Me levanté, asentí con la cabeza y subimos las escaleras. No tenía ropa para cambiarse así que Ángel le dejó el armario para él solo, se llevaban tan bien... Se cogió una camiseta azul eléctrica, con unos vaqueros viéndose los calzoncillos y un poco rotos, se puso el mismo calzado que llevaba cuando fuimos a la playa, unas chanclas de vestir. Yo me puse unos pantalones cortos, vaqueros también, y una camiseta negra con un dibujo estampado delante y unas chanclas pero atadas al tobillo, negras. Me peiné, me dejé el pelo suelto liso y él como llevaba el pelo un poco largo con flequillo, se peinó y salimos de la casa. Cogimos la moto y me llevó a su casa. Cuando llegamos me echó una sonrisa algo divertida y bajamos de la moto y entramos a su casa. Sus padres Pedro y Ángela me conocían poco, pero me conocían como la novia de su hijo. Me dejó hablando con ellos y eso y subió a su habitación. Tardó 15 minutos y bajó con un macuto grande.
- Mamá, la madre de Ana se ha ido a un viaje de negocios, y le toca a ella y a sus hermanos dormir solos, pero Ángel se va a la casa de Gema, y se va a quedar también Silvia sola. Me voy el tiempo que esté fuera su madre a su casa, vendré todos los días a veros, ¿vale? - dijo con cara de cachorrito. 
- Vale pero... llevad cuidado, creo que me entendéis. - dijo su padre con una sonrisa picarona.
Hugo se despidió de sus padres y cogimos otra vez la moto, lo agarré, y fuimos a casa a dejar el macuto. ¡Se iba a quedar dos semanas durmiendo a mi lado! ¡DOS SEMANAS! ¿Que haríamos en todo ese tiempo? Pf.. Jajaja$: 
Cerramos otra vez la puerta y nos fuimos andando a un parque que está a dos manzanas de mi casa. 
- Cariño... - le dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- Dime, ¿pasa algo? - me dijo desviado. 
- Sabes... Lo de esta noche... No lo voy a olvidar en mi vida. - dije sonriendo y de repente juntó mis labios con los suyos. Seguimos andando y llegamos a una heladería, nos compramos un helado y nos sentamos en un banco. A los 5 minutos de estar hablando con Hugo y haciendo cursiladas, vi a lo lejos a alguien que me sonaba... 
- ¡Ana! ¡Hola! 
- ¿Quién eres? - dije extrañada. 
Mientras que se acercaba la veía mejor... ¡ Era Sonia ! ¡ Mi mejor amiga de allí de Quesada! Si... Yo era de Jaén, exactamente Quesada, pero no hablaba como ellos porque mi madre no hablaba así como allá, porque era Madrileña y mi padre Catalán... Sí, una mala mezcla, pero ellos ni eran fanáticos al fútbol ni nada por el estilo, solo que mi padre en su lápida tiene un escudo del Barcelona porque él si era fanático al sentimiento culé. Otra vez a la realidad... vale. Fui corriendo a donde se encontraba ella y le dí un enorme abrazo. Hugo fue detrás mía cuando salí corriendo ya que siempre ha sido amable para saludar y presentarse. 
- Y... ¿quien es este chico tan guapo? - dijo Sonia con voz sensual.
- Es mi novio, Sonia. - le puse una cara de 'te mato ya? o me espero?' 
- Hola, soy Hugo, tu debes de ser... - se presentó cordialmente.
- Sonia, Sonia Furtado, encantada de conocerte majete. - dijo con una de sus sonrisas.
Sonia era la típica faltada de raya que si le parecía un chico guapo, iba a por todas y le daba igual que tuviera novia o que exactamente la novia fuera amiga suya. Siempre ha sido una metomentodo y flipada como ella sola. Pero aún así buena chica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario